Lo que pierde Deportivo Pereira con la salida de Felipe Euse
noviembre 7, 2020[et_pb_section fb_built=»1″ _builder_version=»4.6.6″ _module_preset=»default»][et_pb_row _builder_version=»4.6.6″ _module_preset=»default»][et_pb_column _builder_version=»4.6.6″ _module_preset=»default» type=»4_4″][et_pb_text _builder_version=»4.6.6″ _module_preset=»default» hover_enabled=»0″ sticky_enabled=»0″]
Desconcertante la renuncia del gerente liquidador Luis Felipe Euse Tangarife, un joven que representó la esperanza de la nueva dirigencia deportiva en la ciudad. Ahora al Gerente Liquidador, no le queda otra que renunciar o despacharse contra los opositores.
Este sábado 7 de noviembre, se conoció la renuncia del joven dirigente que había logrado construir un proceso que regresó de nuevo al equipo a la máxima categoría del fútbol colombiano. Una ausencia que será notable en la institución.
Deportivo Pereira, que inició con saldos rojos su nuevo recorrido en primera; se encontró además con una pandemia imprevisible para la humanidad, que no solo golpeó al mundo del deporte, sino que se sintió fuerte en las toldas matecañas.
Desde el aislamiento obligatorio, el equipo se desconectó del proyecto. Las decisiones de suspender contratos fracturaron relaciones y dejaron como un suceso previsible, renuncias a futuro, o en el peor de los casos, un desentendimiento con el factor de los resultados en lo deportivo. Los contratos fueron un punto de tensión y hasta quiebre, en esa relación empleador-empleado.
Crudo momento, complejo reto para la administración, empezando por el mismo Felipe Euse, quien tuvo que remar contra corriente para afrontar la situación, sacar pecho ante decisiones de la gerencia general, que no daban para más.
La vuelta a la competencia no fue la mejor. Así se sintió desde el primer resbalón ante Santa Fe. El onceno pereirano, con un técnico con la cabeza en Pereira y el corazón en Argentina, dejó dudas. Y aunque el equipo lo motivó con la acordada prolongación de su contrato hasta diciembre del 2022, pudo más la emoción que la razón. Los resultados en cancha del Deportivo Pereira solo fueron el argumento adicional para firmarse la salida del técnico Néstor Craviotto. ¡Bomba! que no se esperaba la mayoría.
Luego, el coordinador de Fuerzas Básicas, el alentador de procesos juveniles, recibió un ofertón del Gobierno de Risaralda, que no se podía rechazar. ¡Pum! otra baja más para el proyecto.
Ahora, la renuncia del Gerente Deportivo, no deja más que al equipo en un estado de crisis que solo el recurso económico puede paliar, justamente lo que no tiene la corporación, dinero. De lo que se ha quejado todo el año, incluso hasta antes de iniciar la temporada 2020.
Lo que pierde el Pereira con la salida de Euse
Un proceso que tenía en la cabeza Felipe Euse, porque un buen dirigente consigna solo un porcentaje en el papel, el resto lo va articulando en su memoria para posteriormente materializarlo.
Euse Tangarife, fue capaz lo que en décadas no se había logrado en la institución, construir la estructura de un equipo modelo, con proyección deportiva internacional. Esa vaga idea con la que llegaron Duván Vásquez y Jhon Ómar Candamil al rojiamarillo, pero que no pudieron cristalizar por sí solos, porque siempre les faltó algo, sentido de pertenencia.
El joven risaraldense, además, con su perspectiva y trabajo transparente, generó confianza entre las nuevas contrataciones. Saneó la imagen del plantel y a través de su palabra, promovió de nuevo la credibilidad en una ciudad donde Deportivo Pereira veía más puertas cerradas que abiertas.
Caminar por los pasillos del Hernán Ramírez Villegas y encontrarse al Gerente Deportivo, era encontrarse la cara amable de la marca. Y eso ya lo perdió también la corporación.
Sin duda, ha sido un año atípico para todos; pero más para la institución que se ha quedado sin su pieza más importante, el orientador de la parte deportiva. Como se afirmaría en un cliché comunicacional, el alma y nervio.
Un año de pérdidas
Este 2020, será recordado como un año difícil en la vuelta a la primera división, porque en menos de 10 meses Pereira se quedó sin su jefe de prensa, sin el cuerpo técnico, sin el coordinador de fuerzas básicas, y sin su gerente deportivo.
Lo que más preocupa ahora, es tener los recursos económicos necesarios para encontrar personas que entiendan de la gerencia deportiva, desde una conceptualización teórica y su respectivo componente práctico. Cientos conocen al detalle cómo construir un equipo, pocos ponen a funcionar uno en un entorno tan adverso como el nuestro. Felipe Euse lo consiguió y por eso su ausencia se sentirá.
[/et_pb_text][/et_pb_column][/et_pb_row][/et_pb_section]