Aguamar, un club ejemplo en el Eje Cafetero

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Con tan solo cuatro años de operación en Pereira, el organismo deportivo empieza a dejar huella en la región. Tiene 160 usuarios y tres de sus deportistas son mundialistas en actividades subacuáticas por estos días.

El Eje Cafetero tiene en registro cerca de 700 clubes en múltiples disciplinas. Decenas de ellos todavía en papel porque, aunque parezca sencillo, generar desarrollo organizacional y deportivo tiene sus retos.

Mónica Ospina, campeona Copa Mundo de natación con aletas, tuvo el emprendimiento de su vida en abril del 2017, junto a su hermana Maryluz Montoya Ospina, una dupla enamorada del agua, fundaron el club, que desde ese momento hasta la fecha no ha dejado de contribuir al desarrollo deportivo en las actividades subacuáticas de la región cafetera.  

“Lo mejor del club en todo este tiempo es ver la evolución. Es como un bebé que nace, que debe tener muchos cuidados, que después le enseñas a gatear, después camina y luego empieza a correr; realmente empezamos a correr muy pronto porque la trayectoria deportiva de las personas que conformamos el área administrativa del club y la parte de entrenamiento deportivo es de muy alta calidad, entonces pudimos llevar una secuencia progresiva”, relató Mónica Ospina, fundadora y entrenadora.

En Aguamar la palabra progreso es una consigna. En todos sus procesos desde el área administrativa hasta la deportiva, constantemente están apuntando a ello, siempre en beneficio de los alumnos en todas las edades y categorías.

“Nosotros cubrimos todos los frentes. Nos encanta enseñar a nadar, nos encantan los casos difíciles de personas que tengan temor porque se convierte en lo más gratificante; cuando llega un alumno con dificultades ya sea de temor o con alguna dificultad física; después que se logra el objetivo es lo más bonito para nosotros”, añadió Ospina.

En la oferta de servicios que se reestructuran periódicamente para ajustarse a las comodidades de los usuarios, se resaltan las clases de aprendizaje a niños, niñas, adolescentes, jóvenes adultos y adultos mayores en sedes como el Parque del Café, la Villa Olímpica y la piscina de la Corporación Deportiva de Pereira, Cordep.

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Como todo club, el enfoque de formación le permite a Aguamar categorizar y proyectar a sus talentos. Es decir que esos niños, niñas y adolescentes que vayan perfeccionando la técnica, son encaminados en etapas formativas con rumbo hacia el rendimiento.

Justamente por estas fechas se encuentran en Europa tres deportistas y un entrenador del registro del club, quienes han hecho parte de los procesos internos y que hoy revalidan el servicio de calidad, participando en mundiales de actividades subacuáticas representando a la Selección Colombia.

Sin embargo, la línea de rendimiento y alto rendimiento en el club no son sus únicas cartas de presentación. Frecuentemente llegan personas buscando mejorar sus habilidades acuáticas, o en asuntos más específicos de salud, como bajar de peso o recuperarse físicamente.

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“Mi experiencia con Aguamar ha superado las expectativas que tenía, inicialmente ingresé para prepararme para una prueba física del Ejército y resulté quedándome. La dedicación de Mónica y el amor que ella tiene por nadar, me contagia. Ahí sigo y seguiré, ya se convirtió en una necesidad”, expresó Viviana López Arce, alumna del club.

Así como Viviana decenas de alumnos se mantienen constantes en cada uno de los escenarios a donde arriban, para que sus hijos se inicien deportivamente, o simplemente para generar hábitos y estilos de vida saludable.

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Y como toda organización del deporte, se ha preocupado por ampliar su oferta de servicios. En los últimos años viene ofreciendo clases de apnea, clases personalizadas, planes de reducción peso. Sus profesionales constantemente se indagan qué es lo mejor para el alumno, a través de procesos integrales.

“Lo más gratificante del club ha sido que a muchas personas les ha cambiado la vida con la natación. Personas que tenían problemas de sueño, dolencias, temores, inseguridades; adolescentes que viven en contextos sociales difíciles, se abstraen a través de la natación; eso es lo más gratificante más allá de las medallas, de los reconocimientos nacionales e internacionales. La labor social que se hace en un club donde sus profesionales tienen alto sentido de pertenencia”, complementó Mónica Ospina.

Todo un clima en favor de la natación que sigue sumando personas, ciudadanos que se vinculan para hacer cada vez más grande al Club Aguamar de Pereira. 

Así es como el organismo deportivo vienen marcando diferencia en un entorno cada vez más competitivo. Sembrando valor diferencia, sumando a la calidad de vida de las personas por medio de la natación con aletas.

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