Colombia desplomó su ciclo olímpico en Tokio 2020
agosto 3, 2021Después de tener la oportunidad de cubrir dos eventos de este ciclo de manera presencial, puedo concluir que nuestros atletas fueron a Tokio a escarbar con las uñas el honor de tener una vida en el deporte, la penetrante sensación de portar con orgullo la bandera de Colombia. No hay que cuestionarles nada a ellos; pero sí al sistema.
Le precariedad en la inversión económica desde la reserva deportiva hasta los procesos de rendimiento y alto rendimiento, demuestran que hay necesidades que persisten y que el Sistema Nacional del Deporte se niega a palpar.
No todo es oro ni todo son medallas, para llegar se requiere inversión en las bases, inversiones reales y no de campañas escolares que generen falsas expectativas entre los ciudadanos. De 1000 niños, 10 se convertirán en deportistas y con suerte, 1 llegará a ser atleta.
Como lo propuesto por el saliente ministro Ernesto Lucena Barrero, con sus programas a los que dejó filtrar la politiquería de siempre. Un ministro con buenas intenciones, rodeado de estafadores del deporte. Haber si en los XXXIV Juegos Olímpicos de los Ángeles 2027, llevamos algún talento descubierto por el actual ministerio, al que no le faltaron las voluntades, pero sí le sobraron los aprovechados.
Aunque no todo queda ahí, desde la empresa privada y el sector público se debe trabajar por generar una consciencia en la inversión hacia los deportistas de rendimiento y alto rendimiento. Porque en Tokio quedó demostrado que Colombia no puede con el poderío internacional, ni siquiera con aquellas naciones a las que superó con holgura en el pasado.
El ciclo olímpico tiene memoria, y la memoria relata que la pandemia no puede servir de excusa para que el Comité Olímpico Nacional se lave las manos. En una coherente articulación con las federaciones deportivas nacionales, están llamados a responder con acciones mejor planificadas en el futuro cercano.
Que sea la Reforma a la Ley del Deporte y la Tasa Pro Deporte, nuevas herramientas de cohesión al interior del sistema. Instrumentos que resulten de imperante utilidad para fortalecer los caminos de éxito, que no siempre tienen que ver con los altos logros.
Hay que sentarse a dialogar, analizar lo que ocurrió en Japón, para que el futuro nos permita replantear lo que podemos y no podemos hacer.
Un buen inicio sería seguir invirtiendo en infraestructura deportiva moderna, adaptada tecnológicamente a los más altos estándares internacionales, para que así nuestros deportistas no tengan que salir a competir con los mejores del mundo, sino que los mejores del mundo lleguen a Colombia. Y pues si en últimas no se puede, desapretar el bolsillo un poco para que los competidores puedan salir a foguearse a otros países, eso evitará que a París 2024, lleguemos a ocupar estruendosos lugares.
Mentalidad
En los Juegos Centroamericanos y del Caribe tuvimos la desafortunada experiencia de ver a una deportista colombiana, diluida en su interés de competir en una prueba final porque iba a medirse con una atleta olímpica, que sin haber conseguido medalla en las olimpiadas de Río 2016, ya estaba generando pánico con su presencia.
Así el concepto de la psicología del deporte debe empezar a modificarse para comprender que no solo se trabaja el cuerpo. Una mente entrenada genera disposiciones diferentes alrededor de la búsqueda de metas y objetivos. Mi cuerpo puede ser de primer lugar en el podio, pero mi mente le está huyendo a los puestos de privilegio.
El próximo ciclo será característico de la psicología deportiva y la tecnología aplicada al deporte, dos elementos que no podemos obviar, porque ambos serán fundamentales en la complementariedad de los procesos para los CON y todos los organismos de escala jerárquica en el sistema.
Así pues, los XXXII Juegos Olímpicos de Tokio 2020+1 nos guiñan en el ojo, diciéndonos: hay que hacerlo mucho mejor después, porque la pandemia no es la excusa para relucir en un escenario donde el impacto sanitario fue mundial.
Medallería en el Ciclo Olímpico
-Medallas Bolivarianos 2017 / 460 (campeón)
-Medallas Suramericanos 2018 / 239 (campeón)
-Medallas Centroamericanos y del Caribe 2018 / 270 (3ro.)
-Medallas Panamericanos 2019 / 82 (7mo.)
-Olímpicos Tokio 2020 / 3 (58 parcial)
Más allá de psicología del deporte, es salud mental y la atención integral al atleta.
Adicional a la continuidad de los procesos, y trato adecuado para los atletas en términos de deporte seguro.