Es justo pedir premiación para las jugadoras del Deportivo Pereira Femenino

El cuadro matecaña ahora se encuentra entre los cuatro mejores equipos del fútbol femenino del país, y en aras de la justicia los allegados al club han solicitado que se piense en un paquete de premios para las deportistas.

Seguramente y confiando en la buena fe del director deportivo y del saliente gerente liquidador que está próximo a entregar la institución, es sensato decir que el cuadro femenil está salvándole el semestre a la divisa risaraldense. En ese escenario, ¿qué retribución hay para ellas?

Una respuesta que será difícil de responder, en una organización deportiva que durante la campaña ha priorizado la inversión en el fútbol varonil, con jugosos contratos y promesas de premiación en algunos pasajes. Que ha ponderado la difusión para la rama masculina y la rama femenina ha quedado a merced del tiempo que les quede a los comunicadores.

Porque entre otras situaciones, se conformó el equipo femenino, pero a los comunicadores de la Corporación les tocó asumir una nueva tarea. Yo te contrato por unas labores puntuales, pero en el camino te voy cargando más. Ninguna área de comunicaciones funciona bien bajo ese modelo de mezquindad laboral.  

Desde el principio se les asesoró que cada vez que una institución le apostara a un nuevo proyecto integrando una nómina adicional, se necesitaba una persona más para complementar las labores. No, Deportivo Pereira sigue y sigue saturando a sus profesionales hasta el fin de desgastarlos moral y psicológicamente. Somos renuentes desde el periodismo pereirano a quedarnos en silencio.

Todo esto terminó evidenciando un desbalance informativo donde los acuciosos de la información están diciendo: ahora que las deportistas están en finales y el masculino eliminado, ahora sí las muestran.

Todo avalado en ese amargo contexto de la joven liga, donde el fútbol femenino todavía carece de una estructura sólida. Todo avalado en una burbuja donde permiten acciones que incluso van en contra de los discursos de equidad de género en el deporte, esos aterrizados, esos que hablan de sumar cada vez más al deporte para ellas.

Aunque esto no es una crítica, es una contextualización de lo que sucede hoy con el deporte femenino en un occidente tradicional y plagado de vicios patriarcales en la dirigencia deportiva.

Esperamos que, por simple empatía con la mujer y clara justicia hacia su trabajo, merezcan más que las paldamitas de felicitaciones, un buen premio económico, así vaya público o no al estadio Hernán Ramírez Villegas.

Confiamos en su gran profesionalismo, su altura y respeto hacia el deporte para ellas Héctor Fabio Ospina.

Pd: Algunos relincharán sobre lo penoso de este artículo. Ratifico que la verdadera pena es tener que escribir para que a las jugadoras les otorguen un premio, cuando ya lo han merecido todo.