El Eje Cafetero recibió a medio centenar de deportistas en el 2020
diciembre 16, 2020[et_pb_section fb_built=»1″ _builder_version=»4.7.4″ _module_preset=»default»][et_pb_row _builder_version=»4.7.4″ _module_preset=»default»][et_pb_column _builder_version=»4.7.4″ _module_preset=»default» type=»4_4″][et_pb_text _builder_version=»4.7.4″ _module_preset=»default» hover_enabled=»0″ sticky_enabled=»0″]
El cierre de año deja satisfacción en el deporte regional, pese a que fue una vigencia atípica por la pandemia, los tres departamentos lograron repatriar atletas y pactar la llegada de otros tantos.
Caldas
Es el caso más sonado. Notificó públicamente la llegada de 30 deportistas y luego se sumaron más. María Clara Lopera, en actividades subacuáticas, entre las últimas que llegaron.
La apuesta caldense ha sido cuestionada por unos y aplaudida por otros. Críticas que llegan especialmente de departamentos pequeños, que no cuentan con presupuestos para abalanzarse sobre los deportistas con jugosas apuestas como lo hizo el departamento cafetero, rutinas conocidas cada cuatro años por las regiones que son potencia en el deporte.
Que recibió el respaldo de su gobernador, Luis Carlos Velásquez Cardona, el mismo que en otro momento, fue secretario de deportes de Manizales y conoce las dinámicas de los altos logros.
La ficha más sonada para Caldas es el triatleta olímpico Carlos Javier Quinchará Forero, número uno en Colombia y 17 del continente. A este se suma una camada de jóvenes que quieren potenciar las bases formativas en Caldas, en citados ejemplos como pesas, natación carreras y actividades subacuáticas. La apuesta del secretario Andrés Felipe Marín Villada, además de altos logros, busca constituir rutas para los deportistas locales. Que los caldenses tengan referentes a imitar más allá de los Juegos Nacionales 2023, pensando en 2027 y 2031.
Risaralda
Notificó la llegada de 13 deportistas, siendo reservado y aclarando en todo momento que no los buscó, sino que estos pidieron estar con Risaralda, pues para este departamento es fundamental cultivar talentos en casa; pero paradójicamente la inversión en reserva deportiva es escasa, ya que sigue privilegiando los altos logros.
Aún así, no se quedó abajo en la llegada de nuevos atletas. Siendo el deportista olímpico Danilo Caro (tiro deportivo) el nombre más sonado, seguido del ciclista de MTB, Fabio Castañeda. Al igual que Caldas, también llegaron jóvenes para integrarse a la reserva deportiva, en bolo, gimnasia y bádminton.
María Clara Quintero Sosa, proveniente de Antioquia, brindará relevo a la natación femenina en el departamento. Esta no fue incluida en la lista de 13 notificados, pero se vinculará desde el 2021 con Risaralda Casta de Campeones.
El gran saldo en rojo de la región, lo protagoniza Risaralda con la salida de 10 deportistas a otras zonas del país. Incluso la prensa especializada tuvo su reparo al cuestionar tantas salidas ante la exsecretaría Ana Lucía Córdoba Velásquez.
El nuevo secretario, Luis Eduardo Duque Sanz, un poco ajeno al proceso, llegó para ponerle el ojo justamente a la reserva deportiva, donde el futuro decidirá una serie de sacrificios que tendrá que hacer el departamento para sostener un sexto puesto en casa y no caer.
Quindío
Fue el departamento que realizó em mayor sacrificio. Venderle la idea al gobernador Roberto Jairo Jaramillo, de apostarle a un proceso de cara a los XXII Juegos Nacionales y VI Paranacionales 2023, repatriando a nueve atletas, incluso varios de ellos que portaron la camiseta en Cartagena 2019 y decidieron marcharse al no encontrar respuesta el principio de año. Fernando Panesso, gerente de Indeportes Quindío, al final logró detenerlos.
En ese contexto, los casos más sonados de repatriación son la bolichera internacional Clara Juliana Guerrero y el atleta Gérard Nicolás Giraldo Villa, con quienes gestaron conversaciones para lucir los colores del Quindío nuevamente.
A través del programa Salvavidas, la Gobernación del Quindío hizo un esfuerzo mayúsculo, buscando acomodar las finanzas del departamento para fortalecer al deportista apoyado y brindarle garantías de cara a su preparación. Con ello el departamento cierra el 2020 de manera satisfactoria.
En todo este panorama se perpetúa el sano debate, si el trabajo debe enfocar esfuerzos en traer deportistas o formarlos en casa, cuando el formarlos no solamente implica justificar un discurso ético y de sentido de pertenencia, sino una inyección considerable de recursos, desnudando la discusión a una línea delgada entre el deber ser y lo que hay; por eso siempre será potestad de los atletas y sus familias, decidir dónde quieren sembrar su compromiso con el deporte.
Los 47 de los 56 deportistas que ajustó a su proyecto el Eje Cafetero en este 2020, serán, en cualquier caso, los hijos adoptivos de esta tierra, pues portarán los uniformes y buscarán en la competencia, estar en el podio.
Análisis / Carlos Marín
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