Argentina vs Colombia: el antídoto y algo más

El fútbol moderno no es solo fútbol, es el balón rodando y algo más. Siempre algo más. Bajo esa connotación se jugará la llave este martes 6 de julio (8:00 p.M).

Gauchos y cafeteros saltarán al gramado del Estadio Nacional de Brasilia buscando el tiquete a la gran final de la competencia entre selecciones más antigua del mundo.

Milimétrica dosis de fútbol que servirá para que unos y otros se naturalicen en el complejo instante de la pandemia mundial. No será un partido más, será un encuentro menos para todos.

Por el cono sur reafirmarán por enésima vez que tienen al mejor futbolista de todos los tiempos. Se debatirá en el calor del partido si Maradona lo hubiera hecho mejor. Y en caso de una derrota, se aguará la fiesta nuevamente contra el capitán, que no puede tolerarse otro fracaso. Si hay una copa que se pueda levantar para Messi, es esta, la del Covid-19.  Porque el fútbol es el balón y algo más.

En Colombia, los titulares de prensa reseñan la buena salud de los deportistas previo a la semifinal; una equidistancia lingüística que diluye la crisis interna a nada, a solo fútbol. Un país enfermo que juega a la pelota con la ilusión de quedar campeón.

La maltrecha y cuestionada Copa América ha sido objeto de duras críticas por el nivel de varias selecciones; menos, entre tanto, del nivel de Colombia.

Una Colombia combativa, que, entre tanto por escribir, podría ser la próxima campeona. Sin acertijos ni predicciones aceleradas.

Porque si para Messi esta puede ser la copa, para los colombianos esta es la selección. No hay leyendas, no hay expresiones altisonantes, tampoco polémicas circulantes. Es solo Colombia mirando de frente al antídoto.

Entre la ausencia de público en las tribunas y el querer terminar rápido la competencia que demostraron algunas delegaciones, queda un espacio para los amantes de la esférica, que se han atrincherado desde sus hogares a desahogar las penas. Menos pasionales y más críticos, se han despachado en favor del buen fútbol; oprimiendo con celo al talento local, y elevándose a buena ritma por el europeo; pero es cuestión de ecuación, porque cualquiera en sus cinco sentidos, se transforma sabiéndose ganador.

El Covid-19 ha golpeado tan fuerte, que quizás también haya cambiado la manera que los futbolistas suramericanos sostienen la intimidad con la pelota.

Por eso el fútbol es el balón y algo más.