Al Deportivo Pereira femenino hay que arroparlo
febrero 25, 2022Este domingo 27 de febrero el cuadro matecaña nuevamente dice presente en la historia del deporte para ellas. La escuadra dirigida por Carlos Ariel Osorio, tendrá su primera cita de local en el estadio Hernán Ramírez Villegas.
Desde las 10:00 de la mañana, en horario poco habitual, pero de fácil acceso para las familias risaraldenses, el onceno se enfrentará a su similar de Fortaleza, en juego correspondiente a la fecha 2 de la Liga Femenina 2022.
Un partido especial por donde se le mire, ya que será el debut de local de varias futbolistas. Entre ellas la golera Sofía Buitrago y la revelación de la primera jornada, Mariluz Montillo.
Será en el templo del fútbol pereirano donde algunas deportistas demostrarán también su amor por el amarillo y rojo, insignias de una ciudad pujante, de un territorio capital.
Por otro lado, el cuerpo técnico en cabeza de Carlos Osorio, tendrá a sus espaldas por primera vez en la historia al público pereirano. Ya no dirigiendo torneos aficionados, ahora en un campo profesional, donde la prensa amiga jugará por doble vía, una pensando en el rendimiento deportivo, otra exigiendo tal cual al masculino. Es competencia, sí, dura competencia.
Esa será también una transición que deben justificar las futbolistas en el terreno de juego, para empezar a dilapidar los vacíos estructurales del fútbol femenino, al que le resta camino para sonar con más fuerza en los discursos de equidad de género.
No será igual, está claro, ya no hay espaldarazos como el fútbol aficionado. Ahora el espectador está en la tribuna, como lo exige el estatus del deporte profesional. Es la oportunidad, en cancha hay que demostrar que se puede.
El buen ánimo
Al interior de la plantilla se viene con los tres puntos de Bogotá, en una plaza siempre difícil. El ánimo servirá para pensar en ofrendar un buen plato futbolero a los asistentes, algunos de ellos que adquirieron su entrada con anticipación.
En todo caso, con variables exógenas y no, al Deportivo Pereira femenino hay que arroparlo, y arroparlo en el nuevo inicio significa acompañarlo, más allá de las exigencias que en materia deportiva se les pueda hacer a las competidoras.